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La consellera d'Agricultura, Margalida Moner, promoverá una queja formal ante el Gobierno italiano por la falta de control para erradicar la enfermedad de la 'lengua azul', que ha llegado a Balears, procedente de Cerdeña, afectando a 15 ovejas de una explotación de Sant Lluís, en Menorca. Sólo en esa isla italiana se han detectado 720 explotaciones ganaderas con focos del mal. La localización de 'lengua azul' en una finca de Sant Lluís está «controlada», según la consellera, ya que todos los indicios apuntan a que no se ha propagado a ninguna otra finca de Menorca ni del resto de Balears. Sin embargo, esta única presencia confirmada ha provocado la aplicación automática de una normativa europea que prohíbe la exportación de rumiantes vivos (vacuno, ovino y caprino) de Balears durante dos años. Menorca no puede exportar ni siquiera al resto de Islas ni efectuar traslados interiores. De momento, Mallorca y Eivissa sí pueden exportar al resto de Islas y realizar traslados interiores.

Hoy se desplazan a Balears cuatro técnicos del Ministerio de Agricultura para colaborar con el Govern y el Consell de Menorca en el control de la enfermedad. Moner adelantó que presentará ante el Ministerio una «queja formal» para que sea transmitida al Gobierno italiano por la falta de control en el país transalpino. La consellera también aseguró ayudas a las granjas que puedan verse afectadas. Los técnicos están realizando ahora análisis de sangre entre los animales de granjas situadas a unos 20 kilómetros a la redonda del lugar del brote. En las de Mallorca no está previstos, por el momento, análisis de sangre, ya que los efectuados en las granjas piloto (nueve en total) han sido negativos, así como las inspecciones oculares. Asimismo, Moner descartó también realizar una vacunación masiva.

La consellera también indicó que se adherirá a las peticiones de acortar la prohibición de exportaciones. Esta petición es unánime entre los países de la Unión Europea que presentan focos de 'lengua azul' al considerar que dos años son una duración exagerada si se demuestra que la enfermedad está erradicada desde mucho antes. A diferencia de la epidemia de 2000, en esta ocasión sólo se sacrificarán los animales infectados (quince, de momento), no todos los de la explotación. Se calcula que unos 10.000 rumiantes vivos de Balears son exportados a la Península cada año, de los que unos 7.000 serían ovinos, entre 2.000 y 3.000, bovinos, y unos pocos centenares, caprinos. Las comunidades destinatarias son: Catalunya, Comunitat Valenciana, Andalucía, Castilla y León, y Castilla-La Mancha. En lo que llevamos de 2003, Menorca ha exportado 2.259 cabezas de bovino a Mallorca y 425 a la Península.