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Unió de Pagesos anunció ayer, a través de Joan Mas y Biel Torrens, que alegará contra el Pla Territorial de Mallorca (PTM) para solicitar una ampliación de las zonas declaradas como Areas de Interés Agrario Extensivas, donde la superficie mínima para construir será de 28.000 metros cuadrados, y así frenar la urbanización del campo y que el valor del suelo rústico no alcance niveles de suelo urbanizable. El suelo rústico común y las Areas de Interés Agrario Intensivas mantendrán el mínimo de 14.000 metros. Así lo indicaron Mas y Torrens durante la reunión que mantuvieron con el conseller d'Ordenació Territorial del Consell, Bartomeu Vicens, y en la que éste les explicó los aspectos del PTM referidos al suelo rústico.

Vicens destacó el aumento del mínimo para construir en Areas Rurales de Interés Paisajístico (ARIP) de 30.000 a 50.000 metros. Este mínimo también vale para el suelo rústico forestal. Será inedificables las Areas de Alto Valor Paisajístico, las Areas Naturales de Especial Interés (ANEI), los ARIPs boscosos, las Areas de Protección Territorial y las Areas de Protección de Riesgos. Los campos de golf no se podrán construir en suelo rústico y en los ANEI no se podrán levantar invernaderos, aunque Unió de Pagesos ha pedido flexibilidad en esta última cuestión siempre que no se cree un impacto visual.

Vicens también resaltó que en el suelo rústico de Mallorca se han detectado más de un centenar de urbanizaciones ilegales, muchas de ellas legalizadas en Palma. Su regularización debe cumplir con ciertos requisitos, entre ellos contar con más de seis viviendas unifamiliares y, sin dispersión, estar consolidada en un 80%. La dotación de infraestructuras y servicios será asumida por los propietarios a través de una comunidad de bienes y nunca por el ayuntamiento correspondiente. Además de la protección de los llogarets y la posibilidad de las possessions para reconvertirse en establecimientos turísticos (con una ampliación no anexa y no superior al 20% de lo ya construido, siempre que sea anterior a 1956), el conseller anunció que se impedirá la construcción de chalets a partir de casitas de aperos mediante una definición concreta de vivienda en suelo rústico (mínimo de 50 metros cuadrados con tipología residencial). Vicens reconoció que el Consell deberá habilitar dinero para derribar todas aquellas construcciones ilegales en las que los infractores se declaren insolventes.