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Decenas de personas participaron en la Plaça Major en el ya tradicional encendido de velas en solidaridad con las víctimas de las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo, con motivo de la celebración del 55 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este acto es organizado cada año por Amnistía Internacional y la Asociación de Derechos Humanos de Mallorca. Las víctimas de las recientes guerras o de la inmigración forzosa fueron algunas de los colectivos recordados.

Casi a la misma hora, la Direcció General de l'Oficina de Defensa dels Drets del Menor organizó ayer una mesa redonda sobre «Los derechos humanos en el inicio del siglo XXI» en el Centro Cultural de Sa Nostra.

En este debate intervinieron Pilar Rupérez, profesora de Derecho Internacional Público de la UIB; y el presidente de Veïns Sense Fronteres, Jaume Obrador; y la presidenta del comité de UNICEF en Balears, Maria Antònia Caimari; moderados por el director general de la Oficina de Defensa dels Drets del Menor, Gaspar Rul.lan.

Durante su intervención, Jaume Obrador confesó su creencia en que «otro mundo es posible». Reconoció que después de la «decepción que supuso, a partir de los 80, la globalización del mercado, de los derechos humanos y de cómo se justifica todo por los intereses de las grandes potencias y multinacionales, ver ahora que, en este mundo sin esperanza, renace una línea de trabajo tan profunda como la que hacen los movimientos sociales para construir otro mundo es una alternativa a la decepción».