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C.AGUSTÍN
La cena navideña de los socialistas de Mallorca contó con un mensaje claro: la política del miedo, del terror, de la guerra, de la criminalización de los que no piensan como Aznar debe acabar de la única manera que es posible: «Cerrando filas y manteniendo el partido unido», aseguró Francesc Antich, secretario general de los socialistas, quien tranquilizó al personal al afirmar: «No me voy a disfrazar de 'Operación Triunfo'».

«No es tiempo de rencillas ni disputas internas», aseguró, mientras poco antes Margarita Nájera declaraba que la decisión de Antich de encabezar la lista al Congreso de los Diputados había convertido el trabajo de las asambleas en un «paripé». La ex alcaldesa de Calvià justificó la decisión de su agrupación, contraria a la candidatura del secretario general del PSOE, como «la lógica reacción a una farsa. No ha habido un documento formal que garantice un proceso abierto».

Francesc Antich, no obstante, aseguró que la «difícil» decisión de encabezar la lista al Congreso por Balears no significa renunciar «absolutamente a nada». El que fuera presidente del Govern balear anunció, «para que quede fuera toda sombra de duda», que se presentará a la reelección como secretario general del partido el próximo congreso. Antich quiso felicitar a Maragall y recordó «el estilo ordinario de un gobierno que modifica el Código Penal para criminalizar a quienes no piensan como él».