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EFE-PALMA/BARCELONA
El PSM denunció ayer «la crispación y el enfrentamiento» social que «quiere provocar el PP» con las medidas lingüísticas aprobadas por el Govern, «obstaculizadoras y minimizadoras» del catalán, y solicitó la dimisión del Conseller de Educación y Cultura, Francesc Fiol, por su «embestida» al idioma. El partido nacionalista expresó su indignación en un nota en la que aseguraba la intención del Govern balear de «segregar la población escolar en dos grupos» incomunicados, según elijan sus padres el castellano o el catalán en su educación, y dividir así al colectivo escolar en «guetos» y convertir los centros escolares en «campos de batalla».

Al PSM, según se afirma en la nota, le preocupa que el mensaje del PP, que quiere convertir el catalán en un «hecho folclórico y antropológico», llegue al interior de la sociedad balear, aunque advierte de que puede provocar el efecto contrario y encontrarse con «una mayor resistencia social al proceso de destrucción de la propia cultura» que lleva a cabo el Ejecutivo de las Islas.

Denuncia el «menosprecio» del conseller de Educación por el catalán, por reducir su enseñanza y conceder el nivel C de forma generalizada y por considerar la acreditación de su conocimiento como un cuestión trivial.

Además, cuestiona la defensa de las modalidades insulares del idioma y afirma que la «resistencia» del PP a aceptar un lenguaje estándar es consecuencia de la «filosofía antibalear» de este partido.

Por todo ello, el PSM propone «la paralización de este impresentable proyecto contra la normalización lingüística» que va en contra de la «Constitución y del Estatuto» y solicita la apertura de un diálogo entre las fuerzas políticas y el colectivo de la educación para consensuar la política lingüística.

El «conseller en cap» de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, manifestó ayer la «preocupación» del Gobierno catalán ante las medidas lingüísticas emprendidas por el Govern balear y aseguró que a los populares les «estorba» la diversidad cultural y por ello desarrollan políticas «nocivas» para el catalán.

Carod explicó que es en las Baleares donde «la sustitución» del catalán por el castellano «avanza más deprisa» y, por ello, «si hay una lengua en situación de debilidad es el catalán».