La edición 2004 de las beneïdes de Sant Antoni de Palma se
recordará como una de las más multitudinarias de los últimos años.
El sol acompañó y la coincidencia en sábado propició que miles de
ciudadanos acudieran a presenciar la tradicional cabalgata y
rebasaran la cifra de 1.500 los participantes. Ésta se desarrolló
sin problemas salvo el que afectó a las monturas por cambiarles el
orden de salida, antes inicial, dejándolas para el final, dando
preferencia a los animales de compañía, por lo que se sintieron muy
nerviosas y sufrieron patinazos entre Cort y Plaça Major a causa de
la humedad.
La cabalgata, coordinada por el Grup Güell, se concentró en la
explanada de la Seu en dirección a Cort, Colom, Plaça Major y Sant
Miquel. Junto a Sant Antoniet se instaló el catafalco de
autoridades que ocuparon la alcaldesa, Catalina Cirer; Rosa
Estaràs, vicepresidenta del Govern; miembros del consistorio y los
sacerdotes de Sant Miquel, LLorenç Riera y Joan Trias, que
impartieron la bendición. La encabezó la Sección Montada de la
Policía Local y su carruaje, seguida de los Tamborers de la Sala, y
xeremiers de Son Roca. Mucho interés despertaron las carrozas con
un collage y simpáticos perros del Centre de Protecció de Son Reus
referentes a la campaña Adoptem.
Los dimonis de los Geganters de la Sala y del Passeig de
l'Artesania con el santo eremita se sumaron al desfile, además de
la Banda de Música Municipal. A continuación fueron bendecidos más
de mil animales de compañía, entre perros, gatos, un asno,
periquitos, hamsters, gallos, y perros adiestrados de la Guardia
Civil. Luego desfilaron las carrozas de Marineland con una
serpiente albina, la de Son Ferriol, la de la Ballena y Centre
Natura. Por último lo hicieron numerosas cabalgaduras y los
carretons con ponys, cerrando la banda juvenil Groc i Verd y Tren
de la EMT.
Amalia Estabén
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