Los «dimonis» lanzaron amenazantes llamaradas. Foto: SERGE CASES

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Un carrusel de fuego tiñó de rojo ayer el corazón de Palma a cargo decorrefoc que cierra de forma tradicional las Festes de Sant Sebastià. Dimonis armados con sus típicos tridentes y monstruosos dracs de forma marina, con aspecto de ave junto a un enorme 'dimoni' con cabeza de cabra de aterrador aspecto, atravesaron en infernal desfile el recorrido entre el Parc de la Mar y la Font de ses Tortugues, acompañados por cientos de jóvenes ataviados con sus característicos pañuelos rojos en la cabeza bailando, saltando y corriendo en derredor.

En total, siete colles y bísties de foc formadas por los Dimonis d'Albopas, Dimonis de Sant Joan, Dimonis d'Alaró, Corb de Sant Joan, la espectacular Marrantxa d'Alaró, Faktoria de por de Santa Maria y Dimonis Hiachat, de Santa Margalida, avanzaron al redoble de sus amenazantes tambores y 'picarols' entre surtidores de chispas y nubes multicolores, que sumergió Es Born en una orgía diabólica de fuego con olor a pólvora, destellos en cascada y explosiones del Averno, seguida por un numeroso público que la Policía Local cifró en 25.000 personas y que se animó a participar a medida que avanzaba por el paseo.

Al llegar a la Plaça de la Reina, la comitiva fue recibida con fuegos artificiales, que también cerraron el 'correfoc' tras una gran traca con gran estruendo. Un final espectacular para esta semana de fiestas que por por fortuna se saldó sin incidentes salvo algunos desvanecimientos. Para atender cualquier emergencia, la Policía Local activó ayer en la zona del recorrido un dispositivo de seguridad con veinte agentes, un coche de bomberos y dos ambulancias.

Gabriel Alomar