Una treintena de voluntarias en la cocina colaboraron para que todo saliera a gusto del millar de invitados. Foto: ELENA BALLESTERO

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Cerca de novecientas personas asistieron ayer a la tradicional comida de matanzas que organiza cada año el popular Onofre Plomer (PP), teniente de alcalde de Muro y coordinador de Transport Tarifari del Govern balear. Hace ya quince años que Plomer y su esposa, Apol·lònia Serra, invitan a sus amigos, conocidos, clientes y compañeros de partido, habitualmente el primer fin de semana de febrero, a disfrutar de las matanzas. El sábado, día en que mataron los tres cerdos, de 240 kilos de peso, asistieron a la comida cerca de trescientas personas, pero ayer se triplicó esta cifra.

Sí acudió a las matanzas, no deja de ser curioso, la candidata popular por Baleares, Maria Salom. Miquel Ramis, Pere Rotger, Jaume Font, Mabel Cabrer, Rosa Estaràs o Catalina Cirer, entre otros, tampoco quisieron perderse el evento. Al frente de la cocina, la esposa de Plomer, Apol·lònia Serra, fue anfitriona de excepción. «El mérito de esta comida es que ni los cocineros ni los camareros son profesionales, son personas que se deciden a colaborar», explicó Onofre Plomer.

De menú, un delicioso arroz de matanzas con albóndigas y alcachofas rebozadas como segundo plato, y pepitos de crema de postre. Entre los asistentes, prácticamente el Govern balear en pleno, a excepción del president, Jaume Matas, que por primera vez en sus quince años de historia se perdió las matanzas de Plomer para asistir a la presentación de las candidaturas del PP a las próximas elecciones en Madrid.

Elena Ballestero