La polémica ha llegado a la convocatoria tras el anuncio de una de
las premiadas, la escritora Antònia Vicens, de no acudir a la
entrega del galardón en protesta por la política del Ejecutivo en
relación a la lengua catalana. Vicens había sido propuesta por el
Parlament, ya que este año el Govern de Matas dejó en manos de la
Cámara balear la elección de dos galardones.
Además de la Medalla d'Or, con la que el Ejecutivo pretende
homenajear «a los ciudadanos ilustres de Balears y reconocer
públicamente sus méritos», el Govern entrega los Premis Ramon
Llull.
Este año se conceden 25 premios a representantes de los más
variados sectores sociales y el Ejecutivo reconoce especialmente la
labor de la medicina privada, honrando a los representantes de los
fundadores de varias clínicas de Palma.
La Medalla d'Or a Fluxa, que entregará el president Matas a sus
representantes, se fundamenta «en «el reconocimiento de sus méritos
como persona humana y como hombre de empresa», por «no haber
renunciado nunca a trabajar hasta convertir en realidad los sueños»
y por haber seguido las ideas de innovación y de competitividad
hasta conseguir que sus empresas tuvieran el renombre de calidad y
de buen servicio que les ha distinguido siempre».
Desde que se instauraron los galardones hace veinte años, 35
personalidades y organismos los han recibido. La primera Medalla,
con carácter especial, fue para el Rey Juan Carlos pero también se
entregaron otras tres a los más señeros representantes de la
cultura de las Islas: Llorenc Villalonga, Francesc de Borja Moll y
Marià Villangómez.
El acto de hoy se celebrará en sa Lonja y a él asistirán los
principales representantes de la vida social y política de la
Comunidad. Mañana se celebrará la recepción que organiza el
Parlament.
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