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No podía ser de otro modo. El duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil, fundó también, años después -Real Orden del 26 de mayo de 1836-, el Colegio de Guardias Jóvenes. En aquellos tiempos reinaba en España Isabel II, la que sería madre de Alfonso XII. El duque de Ahumada, al crear esta institución de guardias jóvenes, a quienes con el tiempo se les llamaría cariñosamente polillas, seguramente lo hizo pensando en dos cosas, una porque esta escuela velaría por los huérfanos de guardias civiles, muchos de ellos caídos en acto de servicio, y dos, porque pensó que el mejor guardia civil puede ser el hijo del guardia civil, entre otras cosas porque lo lleva en la sangre.

También, aunque más adelante, pudieron asistir a clase en colegio los hijos del cuerpo. Por la misma razón anterior. El primer centro estuvo en el cuartel del Postigo de San Martín. Como este lugar enseguida se quedó pequeño, se trasladaron a otro mayor, en Pinto, en aquellos años una pequeña aldea. A los pocos años, debido al incremento de alumnos, se tuvo que buscar un lugar más amplio. Fue muy cerquita de ahí: Valdemoro. Los polillas se instalan por espacio de 116 años en lo que con el tiempo se denominaría El Corralito -que años después de ser abandonado sería tirado y su solar convertido en parque-.

A principios de los setenta se ubican donde se encuentran ahora, la inauguración tiene lugar el 27 de junio de 1973, en el mismo Valdemoro, a la vera de la autovía de Andalucía, con una tapia que circunda sus dependencias de ladrillo rojo e instalaciones deportivas, que a su vez está rodeada por casas por todas partes excepto por la que da a la citada ruta. Hoy, en el colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro estudian 550 alumnos, todos ellos hijos o huérfanos del cuerpo, de los cuales, 250 son ya guardias alumnos (han llegado hasta ahí tras haber superado un año de estudios como jóvenes aspirantes), que en el próximo año, siempre que aprueben, serán guardias civiles en prácticas, y una vez superadas éstas, serán promovidos a guardias civiles, mientras que el resto son jóvenes aspirantes a guardias alumnos.

Pedro Prieto (Valdemoro/Madrid)