Hay un sector de gente, sobre todo coleccionistas, que sigue todas las ferias en las que se pueden adquirir libros o tebeos antiguos. Foto: ASSUMPTA BASSA

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El baúl de los recuerdos abrió ayer sus páginas para dar vida a los superhéroes más universales, a los traviesos gemelos Zapatilla, a Mortadelo y Filemón, al guerrero del antifaz, a Moby Dick y a cientos y cientos de personajes que han llenado durante años los sueños de los más pequeños y han arrancado muchas sonrisas. Miles de libros y tebeos antiguos fueron sacados de su letargo y mostraron todo el esplendor de su época en la VII Fireta de Llibres i Tebeos Vells, que se desarrolló durante toda la mañana en el Claustre de Manacor.

El acto fue muy concurrido y llamó la atención de todos los visitantes, desde los más pequeños, que quisieron hacerse con un ejemplar, hasta los mayores, que no perdieron la ocasión de recordar su infancia con los héroes más populares. En la presente edición, organizada por el Ajuntament de Manacor, el Consell y la Asociación Còmic Nostrum, se contó con gran participación. En la feria hubo 35 expositores de toda Mallorca. Había desde particulares hasta librerías.

Los estantes tenían dos metros aproximadamente y había mucha variedad. Los precios de compra eran muy económicos. Así estaban al alcance de todos. Se podían adquirir tebeos desde 0'50 céntimos, 1 ó 2 euros y hasta 3 ó 5 euros. Pero también había colecciones de cómics completas cuyo precio era un poco más elevado. Los amantes de la lectura podían encontrar además otros títulos clásicos, como «Moby Dick». Se podían ver libros datados de 1967 o incluso más antiguos.

También hubo un expositor solidario con libros institucionales que se podían adquirir a precios muy económicos. Todo lo recaudado en este expositor irá destinado a la Cruz Roja.
A lo largo de la mañana se iban desarrollando actividades paralelas a la feria, que también contaron con gran participación. Así, en la biblioteca municipal hubo cuentacuentos a cargo de Leonor Bordas, un acto que congregó a muchos pequeños, que siguieron con atención el relato.
Assumpta Bassa