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La tradición dice que el Domingo de Ramos -pasado mañana- debemos de acudir al templo con la palma, o en su defecto, con el ramo de olivo, para que sea bendecido, en recuerdo de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Por otra parte, a nada que aparecen las palmas en las floristerías o en los puestos de venta de flores en la Rambla, pensamos que la Semana Santa está a la vuelta de la esquina, pues las palmas son elementos indispensables del Domingo de Ramos, prólogo de ésta.

Esos precios en cuanto a palma adornada, que la lisa, que es incluso más grande, vale menos: 12 euros. «Éstas, por norma general, se suelen colocar en los balcones», apunta una señora que está comprando una. Y si antes, llegando estas fechas compraba palmas casi todo el mundo, ahora sólo las compra la gente mayor. «Compran una para ellos y otra, más pequeña, para sus nietos. Si no fuera por estas personas, dejaríamos de vender mucho», se lamenta otra vendedora.

Pues bien, ya tenemos las palmas aquí, en los puestos de venta de la Rambla. Palmas que llegan de Elche; palmas de todos los tamaños, adornadas o lisas, y pensamos que también al alcance de todos los bolsillos, pues ni la inflación, ni el redondeo del euro, ni siquiera el cambio de gobierno, los ha variado. «Oiga, que están como el año pasado: a 1 euro las más pequeñas, que son las que llevamos en el coche, y a 18 las más caras. Son palmas en las que antes colgábanos figuritas de azúcar, pero ahora no, lo cual es una lástima», dice la vendedora.

Pedro Prieto