Una princesa en Es Baluard

05/04/04 0:00

Al poco de aterrizar en la Isla, Diana de Francia visitó Es Baluard, «visita que pienso repetir con mi marido el duque, que llega a Palma el viernes». La duquesa de Würtemberg, guapa y con una figura espléndida, recordaba el lugar «como un sitio de paso, por donde no era aconsejable transitar, pues aparte de abandonado y oscuro, circulaba un personal poco recomendable. En cambio, hoy, el museo ha recuperado un trozo de la ciudad, ha mejorado el entorno y tenemos la ocasión de poder admirar obras de pintores mallorquines, y no mallorquines, algo que sin él hubiera sido imposible. Por eso no me extraña haberme encontrado con tanta gente visitándolo. Estoy convencida de que Palma ha salido ganando, sobre todo culturalmente». Así se expresaba nada más conocer Es Baluard.

A la duquesa había que preguntarle por Letizia, la futura reina de España. «Pues la verdad, no puedo opinar, ya que para opinar de las personas las he de conocer, y las únicas noticias que tengo de ella son a través de los medios de comunicación. Y eso no es suficiente. Por ello vamos a dejar que pase el tiempo y ver cómo se desenvuelve en algo que para ella no es conocido. Lo único que deseo es que haga feliz al Príncipe y que sea una buena reina».

-¿Asistirán a la boda?
-Hemos sido invitados a la boda, pero no asistiremos, ya que ese mismo día mi marido tiene que viajar a Bonn para votar al nuevo presidente de la República. Y yo le acompaño. En nuestro lugar irá Eberhard, uno de los dos hijos solteros que tenemos.

-¿Qué regalo harán a los novios?
-Creo que ha pensado llevarles como regalo una de mis obras.

Tenemos entendido que hay buenas noticias en el seno de la familia Würtemberg.
-Sí. Mi hija Fleur va a ser madre en octubre. Espero que nos traiga un varón. Será el nieto número doce y, ya digo, me gustaría que fuera chico. Hay demasiadas mujeres en la familia.
Respecto al libro que ha escrito, «las ventas en Francia van muy bien, se han vendido 47.000 volúmenes. Para entenderlo se ha de tener mentalidad francesa. Algunos de mis hijos no lo han entendido, pero yo les he explicado que todo lo que cuento en él lo asumo. Entre otras cosas, en el libro digo que no soy una santa, pero que intento ser buena.

Pedro Prieto