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C.AGUSTÍN
Por segundo año consecutivo la parroquia de Santa Catalina Thomàs organizó ayer Domingo de Ramos un Vía Crucis en los jardines de las Germanetes dels Pobres. Superar toda clase de violencia ha sido el motivo que inspiró el encuentro, al que asistieron unas 250 personas.

La oración itinerante se dividió en las 14 paradas o estaciones, en las que se revivió «el camino del calvario», según explicó el rector de la citada parroquia, Ramón Lladó.

La cruz rodeada por cuatro antorchas encabezó esta oración itinerante que duró algo más de una hora.

Miembros de todos los grupos que conforman la parroquia participaron en el Vía Crucis: Cáritas, Escoltes Reina Constanza, Club Esplai Santa Catalina, Coro Parroquial, Jóvenes de Confirmación, catequistas, encargados del Full Dominical, el grupo Creant un Demà, que trabaja con niños problemáticos; el grupo Camí, que trabaja con discapacitados; el grupo de limpieza, un grupo formado por matrimonios y, por último, el grupo Nitem (Niños del Tercer Mundo), con la colaboración de las Hermanitas de los Pobres.