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M. GONZALEZ/EFE
La Cooperativa Jovent celebró ayer el vigésimo aniversario de su fundación por el padre Bartomeu Suau, con una jornada de puertas abiertas y un acto oficial al que asistieron el presidente del Govern, Jaume Matas; la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer; la vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs; la consellera de Presidència, Rosa Puig; el de Treball, Guillem de Olives; así como los ex presidentes Gabriel Cañellas y Francesc Antich.

Bartomeu Suau guió a estos asistentes en una recorrido por las instalaciones de la cooperativa, que albergan aulas de peluquería, guardería, cocina, herrería, forja, mecánica e instalaciones eléctricas.

Tras la visita, Suau tuvo una mención especial para el difunto obispo de Mallorca Teodoro Ubeda, del que comentó que le «regañó» cuando le expuso sus planes sobre la cooperativa, para instarle a que no abandonara el proyecto una vez empezado.

Jaume Matas destacó el «esfuerzo» de los trabajadores del centro, aunque también resaltó la contribución de los responsables institucionales «por encima de los colores políticos», con especial mención para Cañellas y Antich.

La Cooperativa es una entidad privada, sin ánimo de lucro, que nació con el propósito de reinsertar socio-laboralmente a jóvenes desfavorecidos, procedentes de institutos, donde no han acabado la Secundaria, o derivados de los servicios sociales. En la actualidad, el centro acoge a 110 chicos, pero a lo largo de estos veinte años por las instalaciones de Son Gibert han pasado cerca de 2.000 jóvenes.

Jovent, con un presupuesto anual de 1,2 millones, se financia con el apoyo del Obispado, que cede sus terrenos, y con fondos de la UE, el Govern, Cort y el Consell de Mallorca.