Mallorca ya ha iniciado un ciclo de sequía, es decir, un período
deficitario de lluvias. No quiere decir que no se produzcan
precipitaciones, pero su balance global será negativo en los
próximos años respecto a las medias históricas.
Los gráficos meteorológicos son muy claros. En los últimos años
se observa el período de sequía de los años 1999-2001, al que
siguió el ciclo 2001-03, que ahora se cierra, con un pluviosidad
superior a la media, pero con un claro nivel descendente en los
últimos meses del año pasado. En estos primeros meses de 2004 se ha
iniciado un período con índices negativos y su tendencia, con toda
probabilidad, va a ser descendente, aunque se puedan registrar
repuntes ascendentes puntuales.
El director general de Recursos Hídrics, Joan Crespí, se muestra
moderadamente optimista respecto a las disponibilidades de agua en
un futuro inmediato, aunque con matices: «Ello no significa que
podamos despilfarrar el agua, ni muchísimo menos. El agua es un
bien escaso y debe cultivarse la cultura de su ahorro. Los indicios
apuntan a un inicio de sequía que no debe sorprendernos, pues los
déficits de precipitaciones son cíclicos, pero lo que no sabemos es
si el que ahora empezamos será ligero o intenso, más largo o más
corto. Tenemos reservas, pero debemos cuidarlas al máximo».
Crespí expresa su preocupación por «la tendencia descendente del
nivel de los acuíferos, que son las aportaciones fundamentales de
agua en Mallorca, en los últimos veinte años. Gracias a las lluvias
de los dos últimos años, con una buena gestión de estos recursos
subterráneos, podemos mantener los acuíferos en los niveles de
principios de los años 90. Así, el suministro estaría garantizado
plenamente durante los dos próximos años».
Crespí añade que «al igual que no podemos caer en un optimismo
despreocupado y despilfarrador, tampoco tenemos que ser alarmistas.
Si la sequía se prolongase más allá de dos años, para entonces
debemos contar con otras aportaciones muy importantes de agua como
sa Costera o alguna de las desaladoras previstas. Y hay que tener
en cuenta que el caudal de sa Costera no se limitará a Sóller y la
Badia de Palma, pues podrá ser almacenado como reserva en el
acuífero de s'Estremera e incluso canalizado hasta la Bdia
d'Alcúdia. Así, se podrán establecer intercambios y compensaciones
de agua entre diferentes comarcas».
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