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El Govern de Matas ha dado validez a todos los acuerdos que tomó el anterior Ejecutivo del Pacte mientras estaba «en funciones», es decir desde que se celebraron las elecciones autonómicas del pasado año hasta que el actual Ejecutivo tomo posesión. Uno de los primeros acuerdos del Govern de Matas fue suspender todos los acuerdos del Ejecutivo de Antich y revisar todas sus decisiones. Así lo anunció su portavoz, Joan Flaquer, tras su reunión del 18 de julio. Todos los acuerdos tienen validez, según una respuesta del Ejecutivo remitida a la Cámara balear. Según ha explicado Valentí Valenciano, secretario del grupo socialista y vicepresidente segundo de la Mesa del Parlament, eso supone que todas las decisiones del Ejecutivo se ajustaron a la legalidad. A la suspensión y revisión de acuerdos se le dio una gran publicidad, mientras que su validación ha pasado casi desapercibida, han informado fuentes socialistas.

El Govern en funciones de Antich tomó 38 acuerdos y todos ellos fueron suspendidos por el Ejecutivo del PP. Meses después,17 de estos acuerdos han sido validados tras revisar los expedientes uno a uno y el resto se han levantado «de oficio» por haber prescrito sin que el Consell Consultiu haya formulado alegaciones. Tras las elecciones, el PP designó a una de sus diputadas (Mabel Cabrer, posteriormente nombrada consellera d'Obres Publiques) para recabar toda la información que pudiera darle el Ejecutivo saliente. El interlocutor del Pacte fue el entonces conseller de Presidencia en funciones Antoni Garcías.

El Ejecutivo se reunió en dos ocasiones tras las elecciones y no se informó públicamente de los acuerdos, si bien Garcías dio cuenta a Cabrer del orden del día. En una sesión, lo que Cabrer tildó de «sectario» se acordó un endeudamiento de 101 millones de euros, unos 17.000 millones de pesetas. La situación que se vivió entonces en Balears fue la misma que se ha dado en España tras las elecciones del 14 de marzo, que desalojaron al PP del Gobierno. El 18 de julio, en una de las primeras reuniones del Ejecutivo del PP, su portavoz, Joan Flaquer, anunció que iba a suspender y revisar todos los acuerdos por considerar que «desde el 25 de mayo» (cuando se celebraron las elecciones autonómicas) el Govern de Antich «estaba en funciones». El Govern se sentía legitimado.