Una simpática foto de familia de buena parte de los expedicionarios. Foto: TERESA AYUGA

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Están entusiasmados ante la posibilidad de conseguir una proeza: ser la primera expedición mallorquina en bajar a la cueva Gouffre Berger, uno de los principales retos para los espeleólogos europeos. El miércoles, justo antes del comienzo de una Semana Santa en la que muchos han invertido su tiempo en practicar su deporte favorito, los miembros de la expedición se reunieron en el local de la agrupación deportiva Voltors para comenzar a planificar las rutas y los materiales que necesitarán en esta expedición, que contará con la colaboración informativa del Grup Serra.

Los expedicionarios estarán preparados para bajar a la cueva el próximo mes de septiembre, que es para cuando el Gobierno francés les ha concedido los permisos, muy rígidos e inflexibles en este sentido, y confían en que el buen tiempo acompañe a la expedición en la aventura. «Hace tiempo que nos estamos preparando para esta expedición y sería una lástima no poder llevarla a cabo a causa, por ejemplo, de la lluvia», afirman los espeleólogos mallorquines que realizarán este viaje. Y es que esta cueva cuenta con un río subterráneo que en las temporadas de grandes lluvias en el exterior impide su acceso y lo complica todavía más. El recorrido es de por sí difícil durante el resto del año, cuando las lluvias son escasas.

Se trata de toda una aventura para estos peculiares deportistas. Para poder garantizar el éxito del descenso a la cueva, los espeleólogos necesitan varios meses de preparación. Buena parte de ésta se encuentra ligada a los estudios de planos y mapas de las zonas que deberán recorrer y que previamente han de conocer a la perfección para instalar los puntos de avituallamiento de materiales. Al fin y al cabo, es muy importante poder prever al máximo las dificultades, para reducir después al mínimo las posibles preocupaciones. En suma, la espeleología implica tanto el estudio del terreno como el de los planos y mapas. Al fin y al cabo, es fundamental tener en cuenta todas las dificultades e imprevistos que se pueden presentar para afrontar la aventura con las máximas garantías.

S. Bennàsar