Baleares fue una de las Comunidades Autónomas con un resultado
«modesto» de la actividad hostelera durante el periodo de Semana
Santa. Concretamente, Mallorca ha registrado durante la presente
campaña turística unos resultados similares a los de 2003, con una
ocupación en torno al 70 por ciento, aunque la planta hotelera
abierta ha sido del 65 por ciento, informó ayer la Federación
Española de Hostelería (FEHR).
En Eivissa, con una oferta de 2.000 plazas menos que en 2003, la
ocupación se ha situado en el 85 por ciento y los resultados han
sido parecidos en el sector de la restauración y el ocio nocturno.
La patronal hostelera subrayó el «buen nivel de actividad»
registrado en Semana Santa por restaurantes, bares, cafeterías,
discotecas y turismo rural, frente a un volumen de actividad más
moderado del sector hotelero.
La FEHR señala igualmente que en el volumen medio de actividad
que ha tenido el sector en toda España ha sido «muy desigual»
debido a la adversa climatología y a la «incertidumbre» de los
turistas tras el 11-M. Asimismo, matiza como «más preocupante» que
el efecto del 11-M, el estado de «atonía» de los turistas que han
optado finalmente por elegir destinos cercanos al lugar de
residencia, por lo que en esta Semana Santa ha tenido mucho peso el
turismo nacional, el cliente habitual y el turismo de segunda
residencia.
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