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La reina doña Sofía presidió ayer por la tarde el acto de apertura del XXII Congreso de la Federación mundial de comunidades terapéuticas, un encuentro internacional que desde hoy y hasta el sábado acoge la ciudad de Palma. La inauguración tuvo lugar en el Auditórium de Palma, con un concierto de música clásica a cargo de la Orquestra Simfònica de Balears, dirigida por Franz Paul Decker, como acto central. El periodista Luis del Olmo actuó como maestro de ceremonias y abrió el acto una vez que la Reina hizo entrada en la sala Magna, recibida con un caluroso aplauso por parte los asistentes que llenaban el recinto.

Luis del Olmo comenzó agradeciendo a doña Sofía su presencia, como presidenta de honor del congreso, «así como su sensibilidad hacia el problema de los drogodependientes», si bien insistió en la necesidad de incrementar los recursos dedicados a la ayuda a los drogodependencias. El conocido periodista pasó la palabra al presidente del congreso y del Projecte Home Balears, Bartomeu Català, quien se dirigió a los presentes en castellano primero y después en inglés. Català trasladó el agradecimiento de Proyecto Hombre a la Reina «por su sensibilidad» ante el drama de la droga, «su apoyo y solidaridad desde hace ya muchos años».

Recordó que en la sala estaban reunidos algunos de los que iniciaron «el camino de las comunidades terapéuticas hace ya 40 años», e hizo un llamamiento en favor del trabajo con los toxicómanos frente a «las personas que tiran la toalla, que tanta rabia y tristeza me producen». Por último, el presidente de la WFTC, el sacerdote estadounidense William O'Brien, subrayó la «dedicación a los otros» de la Reina de España y transmitió la solidaridad de la federación de comunidades por los atentados terroristas del 11-M.