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Los niños y niñas de Algaida dieron ayer una auténtica lección a los mayores y aprobaron con nota en conciencia medioambiental y, a la vez, en convivencia.

Un grupo de 40 voluntarios 'armados' con bolsas, guantes y mucha fuerza partieron en romería, por segunda vez esta semana, desde Algaida hasta el santuario de Castellitx retirando los residuos dejados el pasado martes en que se celebró epancaritat del monasterio.

Bolsas, latas, botellas, papeles... nada se resistió al paso de la expedición que llegó a Castellitx un poco cansada pero con ánimos aún de dejar como los paños del oro los alrededores del santuario.

El premio material al esfuerzo fue una merienda y un poco de agua que todos agradecieron. El premio mayor fue , sin embargo, aprender y enseñar a la vez que después de una fiesta siempre hay alguien que tiene que limpiar. Ante esta situación «mejor no ensuciar», comentó una niña.

La limpieza de Castellitx fue una de las diversas actividades que ha organizado el Ajuntament de Algaida para que durante las vacaciones escolares de Pascua los más pequeños aprendan a aprovechar el tiempo libre y a implicarse con el pueblo, explicó el regidor Pere Fullana que coordinó la jornada junto a la edil Antònia Ramis. La expedición contó con el soporte y apoyo del cuerpo de voluntarios de Protecció Civil de Algaida.