Se vieron los primeros trajes de flamenca que dieron color a la noche. Foto: JAUME MOREY

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Con el tradicional encendido de las luces, se inauguró ayer noche, la XV edición de la Feria de Abril. La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, realizó el corte inaugural de la cinta e inició, subida en un carruaje de la Associació de Cavalls Mallorquins, el paseillo por las diferentes casetas. Pero minutos antes, a su llegada al recinto de la Fira del Ram, Cirer se encontró con los miembros del Lobby per la Independència, quienes le entregaron, de la mano de su presidente Jaume Sastre, un delantal de matances y un bote de alcaparras de Llubí. Pregonaban su «A Mallorca, festes mallorquines».

Con poco ruido y menos nueces los manifestantes se fueron dispersando y alguno de ellos se apuntó a tomar un «pescaíto» y jamoncito en una de las casetas. Así pues, la comitiva que presidía la alcaldesa del Ajuntament de Palma fue seguida por decenas de simpatizantes y andaluces residentes en la Isla.

La feria, más andaluza y más popular, se inició entonces, con la intención principal de respetar los sonidos más flamencos, rumbas, sevillanas y canción española. La Casa de Andalucía de Balears y el Grup Serra colaboran en esta edición que la patrocina el Grup Fer, y espera superar, hasta el día 9 de mayo, cuando se clausurará, los 500.000 visitantes.

Entre los rostros más conocidos y populares de la comitiva se encontraban María José Frau, concejala de Dinamització Ciutadana; el presidente de la Casa de Andalucía, Pedro Anaya; Gregorio Ferrero, del Grup Fer, además de la regidora Maite Jiménez y Toni Roig.

Los primeros cantos fueron realizados por el grupo rociero «Nuestra Señora del Rocío» y la Policía Local, de gala, y la Banda Municipal fueron abriendo camino.

Vimos mucha mujer vestida de flamenca, que se lanzaba a dar los primeros pasos de esta feria andaluza, cada año más arraigada en Palma. El finito, vinos y demás bebidas fueron acompañando a las tapas y raciones de chipirones, «pescaíto» frito, gambas, calamares, chopos, jamón, queso, etc. Las 29 casetas montadas mostraron un buen ambiente en general con los primeros asistentes. Se espera que esta misma noche se doble el número de personas que decidan pasarse por la feria, sobre todo con intenciones de pasarlo bien, a pesar de que el alcohol y la alegría se apodere de más de uno.

Julián Aguirre