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S.C./AGENCIAS
Más del 80 por ciento de las mujeres inmigrantes que viven en Mallorca cuenta con un nivel de formación medio y alto, aunque la mayoría han sido contratadas para realizar trabajos de baja cualificación profesional.

De hecho, un 82,4 por ciento de las mujeres inmigrantes que han sido atendidas por el servicio de orientación laboral de la Petita i Mitjana Empresa de Mallorca (PIMEM) contaba con un alto nivel formativo, incluso un 43 por ciento contaba con título universitario de su país de origen.

La PIMEM y el Institut Balear de la Dona, conscientes de esta situación, presentaron ayer su campaña de sensibilización empresarial para favorecer la contratación de mujeres inmigrantes en puestos de trabajo acordes con su nivel de formación académica y no en empleos de baja cualificación profesional.

El presidente de PIMEM, Francesc Horrach, detalló las razones que han propiciado la realización de esta campaña junto con la técnico de formación de la entidad, María del Carmen Hilo; la directora del Institut Balear de la Dona, Isabel Llinàs, y la coordinadora del programa comunitario «Equal» en el Govern, Maria Soler, ambas instituciones colaboradoras en el proyecto.

Bajo el lema «A la hora de elegir una trabajadora cualificada para tu empresa no debes mirar nacionalidad ni color», la campaña cuenta con la cofinanciación del Fondo Social Europeo a través del citado programa comunitario.

De las mujeres inmigrantes atendidas por el servicio de orientación laboral de PIMEM, detalló Hilo, el 82,4 por ciento de ellas tiene un nivel de formación medio-alto, un 43 por ciento de las cuales cuenta con un título universitario. A pesar de ello, lamentó, el 36,4 por ciento de las mujeres inmigrantes atendidas por el servicio de orientación ha conseguido un empleo pero con puestos como ayudantes en el sector de hostelería o trabajos de limpieza y cuidado de personas incapacitadas.

Por su parte Francesc Horrach destacó la importancia de romper con los prejuicios de los empresarios y que éstos contraten a mujeres inmigrantes «para los puestos de trabajo cualificados» en sus empresas.

Para la directora del Institut Balear de la Dona, Isabel Llinàs, es importante «tener en cuenta la realidad social en la que vivimos» y lamentó lo que ella calificó de «triple discriminación» que sufren las benefiarias de estos programas: ser mujer, inmigrante y trabajadora, y apostilló que el Institut de la Dona atiende tanto a las mujeres regularizadas como a las que no lo están, aunque al servicio de orientación de la PIMEM sólo se remiten aquéllas que tienen una demanda laboral clara y el permiso de trabajo en regla.