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El mercado medieval que durante unos días ocupa las calles del centro de Capdepera, así como los alrededores y el interior del castillo, empezó ayer de forma oficial con talleres artesanos para los alumnos del CP s'Alzinar y s'Auba, así como para los estudiantes del instituto de Capdepera. Durante unas horas, los más de mil alumnos de los tres centros docentes pudieron vivir de cerca cuáles son las verdaderas labores de un maestro artesano. Observaron y practicaron oficios, que, tal vez, hoy en día no se practican en demasía. Los alumnos de Capdepera también aprendieron a realizar objetos artesanos como máscaras de yeso, pulseras de auténtica piel o colgantes de madera.

Aún así, el taller que más atenciones acaparó por parte de los pequeños fue el de malabares. Los funambulistas de Circ Imperfecte divirtieron a todos con sus excelentes demostraciones de malabarismos, incluso hubo algunos que se atrevieron a probar suerte e intentaron imitar los movimientos de quienes lanzaban objetos al aire sin que estos cayeran. Todos aquellos que no fueron tan osados lo pasaron en grande aprendiendo y observando como cocinar panades tradicionales o trabajando el barro para darle distintas formas.

El castillo de Capdepera, así como varias de las calles principales vestidas con los escudos y estandartes pintados por los mismos alumnos que disfrutaron de los talleres artesanos, ofrecían ayer una verdadera imagen medieval. Durante unas horas, los más pequeños llenaron el mercado de curiosidades y miradas inquietas por conocer más sobre algunas de las tareas que muchos de ellos no habían visto realizar antes como, por ejemplo, cambiar las herraduras a un paciente caballo. Ayer por la tarde, tras la lectura del pregón de fiestas por parte de Salvador Moll Vaquer, las autoridades pasearon por el mercado, dándolo así por inaugurado de forma oficial. Durante el día de hoy y hasta las mañana Capdepera será un pueblo medieval.

M.Puigròs