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Philippe Henry ha sido el primer padre separado de Balears que se ha dirigido al Institut Balear de la Dona para solicitar una pensión para mujeres maltratadas. Se la negaron porque era hombre. Ahora se plantea someterse a una operación de cambio de sexo para recuperar la custodia de su hijo. «Si para recuperar a mi hijo tengo que cambiar de sexo, lo haré», dijo a Ultima Horacuando recogía firmas en los juzgados de sa Gerreria por una ley del divorcio «más justa y no discriminatoria».

La batalla legal emprendida por Philippe para recuperar a su hijo es de órdago. Todo empezó por una denuncia falsa, según lo reconoció una jueza de familia, presentada por su ex mujer, que sin embargo, ratificó la custodia del menor a la madre. Luego, y tras 22 denuncias cursadas por el padre, la madre es condenada por malos tratos. «Si mi ex mujer fuera hombre estaría en la cárcel por maltratadora», afirma Philippe. Una sentencia otorga la custodia compartida del niño a ambos cónyuges para todos los efectos, con excepción del económico. El padre, que está en el paro, queda en una situación desesperada, ya que de la prestación de 953 euros que recibe debe abonar 410 a su ex mujer, 408 para la hipoteca de una casa que tuvo que abandonar y 180 de pensión alimenticia. Es decir, empieza cada mes debiendo 35 euros. «Estoy en una situación de indefensión total», afirma Philippe, cuyo único consuelo son los miembros de la Asociación de Padres de Familia Separados de Balears (APFS), que le apoyan en todas sus reivindicaciones. «Los padres separados estamos desamparados ante una justicia que sólo escucha a las mujeres en los pleitos de separación», subrayó un portavoz.