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M.G./EFE
Houda Mejri, miembro del African Center Gender Development (ACGD) de la Economic Comission for Africa de la ONU, consideró ayer un «gran avance» que las constituciones de los países africanos prevean la prohibición de la ablación y opinó que una de las medidas más efectivas para frenar esta práctica, vista como un rito en el continente, es la sensibilización. Mejri realizó estas declaraciones minutos antes de inaugurarse la exposición que recoge las experiencias de las educadoras sociales Marina Estarellas y Susana Pulido durante sus tres meses y medio de prácticas en el citado centro gracias a un convenio con el Govern y la UIB.

La representante del ACGD instó a los occidentales a no relacionar siempre Àfrica con la ablación y recordó que para los habitantes del continente se trata de una práctica «cultural», un rito que simboliza el paso de la infancia a la edad adulta.

Marina Estarellas y Susana Pulido, diplomadas en Educación Social por la UIB, presentaron la exposición «Etiòpia: tres puntes d'alba», en la que muestran su experiencia vivida en este país, donde realizaron las prácticas en el Centro Africano de Género y Desarrollo, perteneciente a la Comisión Económica para Africa de Naciones Unidas. Este proyecto se desarrolla en el marco de un acuerdo de colaboración entre el Govern y la UIB para ofertar becas para de prácticas en países del tercer mundo. A la inauguración asistieron también la vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, la consellera de Presidència, Rosa Puig; la directora general de Cooperació, Magdalena Contestí; el rector de la UIB, Avel·lí Blasco, y la vicerrectora de Relacions Exteriors de la UIB, Francesca Salvà.