El Govern de Balears quiere liderar el proyecto de reforma del
Estatut d'Autonomía y, por ese motivo, el Partido Popular (PP) votó
ayer en contra de una iniciativa presentada por el PSM y que (con
matices) recibió el apoyo del resto de grupos: constituir una
ponencia parlamentaria que, en nueve meses, redactara, sin ningún
tipo de cortapisas, una reforma que resolviera definitivamente la
financiación de Balears.
La vicepresidenta del Govern Rosa Estarás, que no intervino en
el pleno pero sí realizó declaraciones en los pasillos del
Parlament, consideró que la reforma debe tener como límite la
Constitución y un pacto entre los grandes partidos (PSOE y PP) que
evite que haya autonomías «de primera y de segunda». Consideró,
además, que debe ser el Ejecutivo balear quien defina y encauce la
reforma para evitar que prosperen proyectos de partidos
minoritarios. Estarás, no obstante, apuntó que una vez elaborados
los criterios, la propuesta deberá ser redactada por la Comisión de
Asuntos Institucionales de la Cámara y asumida por las fuerzas
políticas para quedar aprobada esta legislatura.
Ayer dio el primer paso para concretarlo al presentar el PP (a
través de su portavoz, Joan Huguet) una enmienda a la moción del
PSM que pretendía que la Cámara instara al Govern a liderar el
proyecto de reforma. Pere Sampol (PSM) no transigió, con lo que el
PP impuso su mayoría absoluta y la propuesta nacionalista (apoyada
por el resto de grupos) fue rechazada. Huguet y Estarás anunciaron
tras el pleno que ayer mismo presentarían su propuesta. Lo hicieron
y, como el PP tiene mayoría, se aprobará y el Govern planteará sus
condiciones al resto de grupos.
El procedimiento, que no el fondo de la cuestión, es similar al
que ha utilizado el Gobierno Vasco para presentar el llamado Plan
Ibarretxe. El lehendakari comunicó al Parlamento autónomo su
propuesta para luego elaborar un proyecto formal. La diferencia es
que el PP tiene mayoría absoluta.
Todos los grupos de la Cámara (incluso UM) anunciaron su voto a
favor de la propuesta del PSM. También el PSOE, que discrepaba de
vincular la reforma estatutaria a la futura financiación. A juicio
de la portavoz socialista, Francina Armengol, la financiación de
las nuevas competencias debe negociarse cuando se asuman.
Tras el pleno, Pere Sampol aventuró que la actitud del PP no es
más que una repetición de algo que ya sucedió hace una década: que
votó por una reforma amplia en el Parlament y luego la limitó en
las Cortes Generales. El PSM quiere aprovechar la reforma para dar
a Balears el tratamiento de «nacionalidad» histórica.
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