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Quienes vayan a la playa de la Ciudad Jardín, o los que circulen por el paseo marítimo del Molinar o del Portixol, habrán notado que estando ya a un paso de verano, siguen las obras de embellecimiento y mejora de dichas zonas, lo cual, según nos han contado, está acarreando molestias a los usuarios. «Porque no sólo son las obras -nos decía un bañista-, es que a causa de ellas, las calles han sido cortadas, y esto obliga a dar vueltas». Lo mismo sucede en la primera línea del Molinar, calles cortadas, desvíos, molestias en una palabra, aunque a decir verdad, y según lo visto, éstas van a quedar compensadas con las mejoras que se están llevando a cabo, tanto que cuando podamos circular por esos lugares sin vallas, escombros y obreros trabajando, ni nos acordaremos de ellas. Siempre ha pasado lo mismo.

Así, arrancando en nuestro paseo desde el Portixol observamos que las obras que se están haciendo sobre el antiguo paseo semicircular, consistentes en una nueva plataforma por la que se podrá circular, y debajo de ésta una especie de almacenes en los que se podrán dejar las embarcaciones, están aún bastante atrasadas, por lo que su paso por ese lugar es practicamente imposible. Da la impresion de que algo más avanzadas están las obras de primera línea del Molinar, cuyo paseo nada tendrá que ver con lo que fue, tanto en funcionalidad como en estética.

Ya a punto de concluir están las de Ciudad Jardín, puesto que, según apreciamos, sólo resta embaldosar un tramo de aceras, a la izquierda de la playa según se mira hacia el mar, sobre cuya arena se han instalado unos pasadizos de madera para que dicha playa pueda ser atravesada por los bañistas sin problemas. Puestos en contacto con la empresa Melchor Mascaró, que es la que está llevando a cabo dichas obras, se nos informa de que la ejecución de las mismas finaliza en noviembre próximo, aunque las de Ciudad Jardín van a concluir a finales de la presente semana, las del Molinar a primeros de julio y las de Portixol a mediados de dicho mes, ya decimos, de acuerdo a los planes de ejecución, con cuatro meses de antelación. Lo que ocurre es que les ha pillado el inicio del verano con obreros trabajando en ellas y eso se ha notado.

Pedro Prieto