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Los llanos de Palma-Marratxí (muy urbanizados), Campos y sa Pobla, y todas las urbanizaciones edificadas en los fondos de calas son las zonas que presentan un mayor riesgo de inundación, explicó ayer Miquel Grimalt, profesor de Geografía Física de la UIB, durante el seminario sobre gestión municipal de riesgos territoriales, en el marco del proyecto europeo Quater. Grimalt recordó que, entre 1930 y 2000, se han registrado en Mallorca 35 casos de precipitaciones superiores a los 200 litros por metro cuadrado en 24 horas, de los cuales 10 causaron inundaciones importantes. La máxima precipitación con registro histórico en la Isla corresponde al 22 de octubre de 1959, cuando en Son Torrella (Escorca) cayeron 536 litros por metros cuadrado. La segunda fue la del 4 de octubre de 1957 en Santanyí, con 400 litros por metro cuadrado en 24 horas.

Grimalt destacó que Mallorca presenta numerosos casos de construcciones (edificios, carreteras) sobre antiguos cauces y fondos de calas, cuando éstos son, precisamente, puntos de desembocadura de torrentes. Ejemplos de ello serían Santa Ponça, Cala Sant Vicenç y Porto Cristo. Por su parte, Santiago Sainz de los Terreros, director del Servei de Coordinació d'Emergències del Govern, lamentó el incumplimiento generalizado de un decreto autonómico de 1993 que obliga a crear una franja de seguridad, a modo de cortafuegos, en las urbanizaciones próximas a zonas forestales. También señaló que Balears sufre una media de 120 incendios forestales anuales en los últimos 25 años, añadiendo que «estos incendios no deberían ser más de 30 al año, pues el 55% son intencionados y el 25% se deben a negligencias. Dos incendios de cada 100 queman 8 de cada 10 hectáreas».

Asimismo, entre 1980 y 2000 se han producido 17 episodios de inundación. El máximo caudal registrado corresponde a los 1.612 metros cúbicos por segundo desbordados del Torrent de Son Negre (Campos), en un frente de 90 metros de ancho y 5 de alto a una velocidad de 4 metros por segundo, equivalente al caudal del río Ebro cuando va lleno. Por su parte, la máxima superficie inundada corresponde al temporal de septiembre de 1989, cuando se inundaron 900 kilómetros cuadrados, una cuarta parte de Mallorca.