Sindicatos y hoteleros tuvieron enfrentamientos verbales por la proliferación del 'todo incluido' y el cierre anticipado de hoteles en invierno. Foto: T.A.

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Las centrales sindicales UGT y CCOO aceptaron ayer en la Mesa del Diálogo Social negociar el cambio de uso de plazas hoteleras en viviendas urbanas y sociales, siempre y cuando se cumpla toda una batería de requisitos, que velará ante todo por el mantenimiento de los puestos de trabajo, evitar las regulaciones salvajes de empleo y las actitudes especulativas de los hoteleros que acepten de forma voluntaria cambiar el uso de sus establecimientos. Los secretarios generales de ambos sindicatos, Lorenzo Bravo (UGT) y José Benedicto (CCOO), dejaron muy claro que «no estamos de acuerdo sobre el cambio de uso, pero consideramos un gran avance que se hayan aceptado nuestras exigencias. Se tendrán que analizar caso por caso las reconversiones, pero nos negamos que se hagan en primera línea al libre albedrío para evitar distorsiones en las zonas turísticas», apuntó Bravo. Y Benedicto aclaró que esta nueva política turística, entendible dentro de un nuevo modelo para mejorar la competitividad turística, «es una cuestión muy compleja que requiere un acuerdo integral entre todas las partes. Hay que apostar por un modelo turístico fuerte que potencie el desarrollo económico y sostenible, cual vasos comunicantes, generando una ocupación de calidad y estable».

Ambos sindicatos, que mantuvieron posiciones encontradas con los representantes hoteleros, entre ellos Pere Cañellas, por la proliferación de al oferta del todo incluido («all inclusive») y por su actitud de acelerar el cierre de hoteles en los meses invernales de forma unilateral, valoraron de forma positiva la decisión del Govern de incentivar al máximo las inspecciones para aflorar y erradicar la oferta de alojamiento ilegal, así como la decisión firme del Ejecutivo autonómico de regular el turismo residencial. El conseller de Turisme, Joan Flaquer, se mostraba satisfecho por cómo había transcurrido la reunión del grupo de trabajo de la Mesa del Diálogo Social. «El espíritu ha sido constructivo por parte de la CAEB, PIMEM, UGT y CCOO, porque todos tienen la convicción clara de que hay que convertir el actual modelo turístico tradicional hotelero y garantizar su supervivencia por muchos años. Y el acuerdo para negociar la reconversión del cambio de uso, así lo demuestra, siempre que la misma vaya acompañada de requisitos. Todo esto garantiza un plan social que estará vinculado a un acuerdo integran entre todas las partes para que se ejecute».

Flaquer anunció que el Govern va a iniciar todas las vías para regular la oferta residencial: «La primera medida será iniciar la regulación en el Parlament de las viviendas turísticas vacacionales y extender su regulación a otras figuras de alojamiento. Al mismo tiempo, sería oportuno hacer un estudio sosegado para sopesar las ventajas e inconvenientes del turismo residencial». Y sobre la política turística para romper la estacionalidad, cuya estrategia apoyan sindicatos, CAEB y PIMEM, el conseller de Turisme, acompañado por los consellers Ramis de Ayreflor y Cristófol Huguet, afirmó que el Govern va a impulsar al máximo todos los proyectos de desestacionalización para lograr la máxima segmentación turística. En este sentido, señaló: «Se apostará por la mejora de infraestructuras (Palacio de Congresos) y por consolidar una estrategia conjunta de potenciar al máximo el turismo de la tercera edad en todas las Islas, tanto con acuerdos con el Imserso como con otras instituciones, pese a su complejidad».