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J.T.B./EFE
La consellera de Presidéncia Rosa Puig dejó ayer la puerta abierta a la adopción por parte de parejas homosexuales, si bien matizó que el Govern del que forma parte no tenía prisa por tomar la iniciativa.

La consellera confirmó las declaraciones que realizó ayer, en las que defendió la posibilidad de que las parejas homosexuales contraigan matrimonio civil, ya que «deben respetarse los derechos individuales de las personas mayores de edad», argumentó.

Puig, responsable de las políticas sociales del Ejecutivo balear, indicó que «hay que ser cauto» y que lo mejor es que «experimente otro país u otra Comunidad Autónoma» y después, «si funciona» ya se lo planteará el Govern.

«Si va bien ya copiaremos a otras comunidades, en este caso copiar no es malo», añadió Puig poco después de presentar una serie de proyectos de cooperación.

Aún así, en torno a la adopción insistió en pedir cautela porque es una cuestión que atañe «a los derechos del menor» y es «un tema muy delicado».

La vicepresidenta Rosa Estaràs y la alcaldesa de Palma Catalina Cirer, aludieron ayer a la posibilidad de reconocer el «matrimonio» entre homosexuales. Estaràs indicó que está de acuerdo en que las parejas de hecho disfruten de los mismos derechos que los matrimonios pero que no se pueden equiparar estas uniones al vínculo matrimonial sin más y que hay que buscar «una vía jurídicamente correcta».

Catalina Cirer aseguró que está a favor de que las personas tengan la tendencia sexual que quieran, pero dijo que concibe el matrimonio como «la unión de dos personas de distinto sexo que establecen una relación con el fin de tener descendencia».