Unas cien personas participaron en esta tercera edición.

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Siete y veinte de la tarde. Unas cien personas se dan cita en la zona verde de Las Leonas de Santa Ponça, tomate en mano. De armadura, ropa vieja y gastada. La munición, 500 kilos de tomates maduros. Tras las palabras de ánimo del presidente de la asociación de vecinos, José Miguel Fabregat, el pitido de salida.

Los participantes cogen una caja por cabeza y empiezan a lanzarse las primeras «granadas rojas»; a partir de ese momento se sucede una auténtica guerra de tomates.

Se trata de la tercera «tomatada» popular que tuvo lugar ayer en Santa Ponça con motivo de las fiestas del Puig de sa Sirvi. Los jóvenes del municipio se implicaron en esta jugosa batalla que roció a todos ellos como si de una ensalada se tratase. Tras una media hora a tomatazo limpio, los participantes acabaron la lucha posiblemente porque se acabaron las verduras. No hubo vencedores ni vencidos, pero sí pringosos y pringados. Tras el final, venía lo más difícil librarse de la huella del conflicto. El objetivo de esta celebración, es que los vecinos se diviertan y además descarguen emociones.

Tras la tomatada, los vecinos de la zona pudieron disfrutar de una tramponada y una verbena con la actuación de Dj Pau. Hoy, a las 18.00 hay juegos infantiles y a las 19.00 la IV Milla Puig de sa Sirvi para mayores de 14 años. Por la noche, torrada popular con sorteos, entrega de trofeos y verbena amenizada por el grupo «Cuando el río suena». Mañana, el punto y final de la fiesta lo pondrá la gincana a las 11.00.

S. Coquillat
Fotos: M.A. Cañellas