«El litoral necesita una buena gestión, y no me refiero a la de los chiringuitos»

-¿Cuál es la situación actual de las costas de Balears?
-Tenemos que diferenciar entre distintos tipos de costa. Unos están muy presionades por el hombre y en otros, como por ejemplo, la Serra de Tramuntana, los efectos de la degradación no son tan graves. Sin lugar a dudas, y no creo que sea nada de nuevo, creo que el litoral balear es un espacio excesivament presionado por el hombre.

-¿Fue la Ley de Costas de 1988 un buen instrumento para poner freno a la degradación del litoral?
-La filosofía con la que se redactó esta ley cubría de una manera bastante correcta la defensa y la protección del litoral. No obstante, la aplicación de esta normativa está bastante lejos de cubrir las perspectivas de la normativa.

-¿Qué opinión tiene sobre las infracciones que permanecen en nuestras costas?
-Son muchos y diversas. Hay sectores que no tendrían que acabar de urbanizarse y, sin ninguna vacilación, desclasificarlas rápidamente. Es un tema que la sociedad tendrá que plantearse muy seriamente. Hemos urbanizado en lugares que no son sostenibles en el tiempo y no nos quedará más remedio que volver atrás si no queremos tener problemas.

-¿A qué problemas se refiere?
-Hoy en día se está comprobando que tanto el efecto invernadero como el cambio climático existen, pero actualmente se están acelerando. Habrá una subida del nivel de la mar y en muchos lugares, como can Pastilla o s'Arenal, esta subida imposibilitará la existencia de playas y, por lo tanto, la primera línea urbanizada tendrá que retroceder.

-¿Qué zonas del litoral balear están más deterioradas?
-Todos los grandes centros turísticos localizados en zonas de playa-duna son litorales extremadamente degradados. Ahora bien, eso no quiere decir que es Trenc o tramos de la Badia d'Alcúdia, a pesar de no estar urbanizados, no sean zonas degradadas.

-¿Qué tendría que hacerse en estas áreas?
-Estos espacios necesitan una buena gestión y no me refiero sólo al uso del litoral o a la delimitación de su franja. Actualmente, lo único que se gestiona son las concesiones de hamacas, sombrillas y chiringuitos, y se deja de lado la restauración de los impactos generados por el hombre.