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Aurora Dupin, más conocida por su pseudónimo de George Sand, estuvo en Mallorca entre noviembre de 1838 y febrero de 1839, acompañando al músico Fryderyk Chopin. Su corta presencia en la Isla y la posterior publicación del libro de viajes «Un hiver à Majorque» han tenido una repercursión enorme.

La difusión de este texto en todo el mundo ha servido como excelente plataforma de promoción. Sin embargo, escribió también palabras excesivamente duras y ofensivas hacia el pueblo mallorquín, con el que Sand nunca se llevó bien. La escritora, autora de otros libros como «Lèlia», «Indiana» o «Valentine», calificó a los insulares de «monos», «salvajes» y «supersticiosos». Fue una mujer moderna y liberal. Luchó por las libertades civiles de la mujer y fue una adelantada a su época.

Josep Maria Quadrado publicó en 1841 un artículo llamado «Vindicación» en que desaprobaba contundentemente la actitud despectiva de la literata hacia los insulares. Ahora, se celebra el 200 aniversario de su nacimiento. Una fecha muy recordada en varios países de Europa y que la Asociación Festivals Chopin celebrará próximamente con una exposición artística.

La propuesta de la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, para que la escritora George Sand sea nombrada «hija adoptiva» de la Isla ha levantado una cierta polémica en el Consell debido a la inicial oposición del PSM, que consideraba que la escritora y amante de Chopin no era la persona más adecuada para este título honorífico.

Sand habló bien y mal de Isla, por lo que la división de opiniones sobre su figura siempre ha sido bastante significativa. Dupin fue una gran admiradora de la belleza y el paisaje de Mallorca, «la verde suiza bajo la luminosidad de Calabria y el silencio de Oriente».