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El traslado de una persona fallecida en Palma desde esta misma ciudad hasta el cementerio privado de Bon Sosec, en el municipio de Marratxí, provocó en la tarde de ayer cierta polémica, al haber sido efectuado el servicio por una funeraria del municipio de Sóller.

Según el director de la Empresa Funerària Municipal (EFM) de Palma, Óscar Collado, la funeraria de Sóller no podía realizar el traslado de la persona fallecida desde Ciutat hasta Bon Sosec, «porque este cementerio se rige por la misma normativa que tiene fijada la EFM, que prohíbe que una empresa foránea actúe en Palma si no dispone de la pertinente licencia concedida por el Ajuntament de Ciutat».

Hasta Bon Sosec llegó finalmente un notario, que levantó acta de la diferencia de criterio entre la EFM y la funeraria de Sóller.

En este sentido, la explicación del presidente de la Asociación de Empresas Funerarias de Balears, Onofre García, sobre el incidente fue totalmente opuesta a la de Collado. Garcia indicó que en su momento fue presentado un contencioso contra la normativa del Ajuntament de Palma sobre servicios funerarios, «que acabó reconociendo que era posible realizar un traslado de un fallecido desde un municipio hasta otro». En cualquier caso, el vehículo que transportaba a la citada persona fallecida pudo acceder finalmente al interior de las instalaciones de Bon Sosec, en donde se encuentra ésta y en donde será incinerada en las próximas horas.