El levantamiento de la veda del codiciado «raor» sólo ha servido,
de momento, para abastecer a los afortunados que los han pescado y
a los familiares y amigos que han recibido ejemplares como
regalo.
De hecho, en los mercados y puestos de venta de pescado apenas
hay «raors». Se espera que este ansiado pescado esté presente en
los puntos de venta, de forma generalizada, a final de semana,
aunque no será en grandes cantidades, pues el volumen de capturas
no está siendo importante.
En este caso, la situación es diferente a la de la «llampuga» y
el «verderol», que cuando salen a la venta lo hacen en cantidades
notables.
Con escasos ejemplares y una acentuada demanda, también se prevé
que los precios del «raor» sean astronómicos. Una primera previsión
apunta a un mínimo de 42 euros el kilo. El año pasado, oscilaron
entre 30 y 48 euros el kilo.
El funcionamiento de la subasta electrónica de pescado en Palma
no contribuirá, precisamente, a rebajar los precios. Los vendedores
pujan alto para hacerse con piezas y esa circunstancia hará que lo
que han pagado por los «raors» se refleje en el precio de venta al
público. Esta circunstancia no es exclusiva del «raor», pues
también se da en otras especies. En definitiva, quien quiera
disfrutar de los «raors» debe tener buenos contactos entre
pescadores o disponerse a pagar un precio prohibitivo.
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