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La Asociación de Madres de Discapacitados de Balears (Amadiba) celebró ayer tarde en el Colegio Público Camilo José Cela, el fin de fiesta de la VIII Escuela de Verano en Palma, en la que han participado 48 chicos y chicas discapacitados contando con un total de 13 monitores especializados que se encargan de atenderlos en todo momento y de hacerse cargo de su seguridad.

El acto de clausura contó con la presencia de autoridades locales y autonómicas, entre otros contó con la participación del conseller d'Educació i Cultura, Francesc Fiol; el director general de Joventut, Juan Manuel Gómez; el director de s'Institut de Serveis Socials i Esportius, Antoni Serra y la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, acompañada de Margalida Ferrando, regidora de Serveis Socials de Cort, a las que se les entregó un resumen de las actividades llevadas a cabo por la asociación, y después pudieron contemplar una demostración de bailes y actividades que han preparado durante los cursos estivales y organizada para poner punto y final a las actividades de verano.

La presidenta de la asociación, Elvira Jiménez, explicó que el objetivo de la escuela de verano «es que los chicos y chicas que participan en la misma tengan un verano lo más normal posible», añadiendo que «toda esta labor que llevamos a cabo sería imposible sin la gran ayuda que llevan a cabo los voluntarios».

Jiménez reiteró lo importante que son las ayudas públicas para mantener las actividades de apoyo a las personas que sufren discapacidad y a sus familias.