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Las organizaciones Asaja y Unió de Pagesos han expuesto sus primeras objeciones al borrador del decreto que regulará el registro general de explotaciones agrarias, elaborado por la Conselleria d'Agricultura i Pesca, dirigida por Margalida Moner. Gabriel Company, presidente de Asaja-Balears, ha declarado que «nuestras discrepancias se refieren a que el borrador contempla diversas fincas de un mismo propietario como si fueran explotaciones distintas, cuando lo que ocurre normalmente es que un mismo titular tiene dispersos sus cultivos». En régimen de aparcería, Company defiende que en «el registro figuren dos explotaciones, cuando del borrador se desprende que sólo constaría una sola explortación con dos titulares».

Por lo demás, el presidente de Asaja-Balears se muestra de acuerdo con el decreto, «pues nos permitirá, definitivamente, conocer el peso de cada uno en el sector, quién vive realmente de la agricultura y quién no. Será una radiografía que, además, eliminará papeleo y burocracia con una documentación centralizada y ofrecerá una base fidedigna de datos para definir las políticas del sector, atendiendo sus necesidades reales. Hay que tener en cuenta que las ayudas estarán supeditadas a la inscripción en el registro».

Por su parte, el portavoz de Unió de Pagesos, Joan Mas, fue muy crítico con el borrador: «El decreto ofrece ventajas a los agricultores no profesionales sobre los auténticamente profesionales. Sospechamos que lo que se pretende es que los no profesionales que poseen muchas hectáreas figuren en el registro y tengan derecho a votar en unas futuras elecciones a cámaras agrarias. Además, el decreto parte de una situación irreal de las explotaciones. En el caso de las hortofrutícolas, éstas presentan una gran variedad de configuraciones, incluso con parcelas repartidas en diferentes fincas. En este sentido, el registro sería muy poco operativo».