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Miles de cámaras de fotos y vídeo llegan a los hogares de la mano de la nueva tecnología y a cambio de pocos euros. No es un hobby económico pero por los momentos de diversión que da, es una de las mejores inversiones que las familias encuentran para pasárselo bien. Hoy en día no es necesario hacer un curso de cine, vídeo o fotografía para registrar con precisión los mejores momentos de nuestras vidas o de las vidas de los demás y teniendo en cuenta que muchas veces podemos ser periodistas improvisados y ganar dinero, hay muchos que se arriesgan en una pequeña inversión.

Las casas especializadas y los grandes almacenes no pueden precisar el número de cámaras que se han vendido este año, pero si miramos a nuestro alrededor en cualquier evento público o en cualquier espacio de ocio o diversión, seguro que encontramos un fotógrafo/vídeo aficionado. Los recuerdos personales que deja la imagen digital son para toda la vida, y si tenemos un ordenador en casa, los programas que utilizan son muy sencillos de utilizar y vienen en el mismo paquete de la compra de la cámara, con ellos podemos almacenar las imágenes en nuestro ordenador sin saber mucho de informática.

Pero si somos exigentes podemos usar programas sofisticados que pueden sorprender a todos los que vean las creaciones artísticas que se logran con sólo seguir las instrucciones de los mismos programas. Adobe Photoshop y Pinnacle son versátiles y permiten editar, según los modelos, vídeos familiares tomados en formato DV, mini DV, o tarjetas gráficas que utilizan las diferentes cámaras. Solamente necesitamos un lector de la cinta o de la tarjeta, el resto lo hace la memoria informática.

Óscar Pipkin