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Los mallorquines Xisco Avellà, Alex Torres y Joan Miquel González, miembros del Fondo para la Foca del Mediterráneo (Monachus monachus, conocida como vell marí en Balears), han regresado decepcionados de una expedición por la costa del norte de Africa al constatar el retroceso en la población de esta especie, en grave peligro de extinción si continúa la tendencia actual.

El Fondo para la Foca del Mediterráneo, financiado por Riu Hotels, Marineland, Publicidad Malla y la Fundació Territori i Paisatge (de Caixa Catalunya) ha realizado, en los últimos años, labores de información y concienciación entre los habitantes de la costa de Marruecos sobre la necesidad de no actuar contra esta especie, pero los resultados de la última expedición, realizada este año, han sido decepcionantes, sin ningún avistamiento confirmado.

La asociación trabaja desde 1987 en la conservación de la foca del Mediterráneo o foca monje, cuyo ámbito de población abarca la costa sahariana, el Mar Mediterráneo y el Mar Negro. En un espacio tan extenso, sin embargo, los ejemplares existentes apenas son unos pocos centenares. En Balears ya no queda ninguno. En 1958, un guardia civil protagonizó en Cala Tuent la última «ejecución» de una foca en las Islas. En 1977 se registró en Cabrera el último avistamiento confirmado de un vell marí en las Islas.