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Unos 900 personas, 700 según la Policía Local y más de 1.000 según los organizadores, participaron ayer en la 'contrarromería' reivindicativa y lúdica celebrada para reafirmar la oposición de los vecinos de La Real a la construcción del nuevo hospital de Palma en Son Espases. La marcha, fue organizada por la plataforma 'Salvem La Real' en respuesta a la romería de Sant Bernat del 19 de agosto en la que se produjeron incidentes entre los vecinos y el equipo de gobierno de que preside la alcaldesa Catalina Cirer.

Los manifestantes partieron del monasterio de La Real sobre las 10.25 de la mañana, recorriendo el Camí dels Reis, General Riera, Sant Miquel y la Plaça Major, llegando a Cort a las 11.45 horas, precedidos por los xeremiers y una gran pancarta en la que se podía leer: 'Salvem La Real y con gritos de 'Cirer dimisión'. A las puertas del Ajuntament les esperaban los integrantes de los grupos de la oposición de Cort, con los portavoces de PSOE, PSM y EU-EV al frente. Después de la interpretación de un marcha reivindicativa por parte de los xeremiers y con aplausos y gritos de los participantes, se procedió a la lectura de un manifiesto.

María Asunción Renom, en representación de la plataforma, leyó el manifiesto unitario en el que resaltó el carácter «pacífico» de la protesta y lamentó que en la pasada romería de Sant Bernat el equipo de gobierno del Ajuntament de Palma «nos hizo sentir como terroristas» por estar todos sus integrantes escoltados por policías. También apuntó que en la romería «los vecinos nos limitamos a defender nuestro derecho de pedir una ciudad más habitable y humana», y que «hasta ahora sólo han regido los derechos de los especuladores». En el manifiesto se habla de la «prepotencia» de los políticos por hacer «caso omiso» a las reivindicaciones ciudadanas y se acusó a los responsables de Govern, Consell de Mallorca y Cort de «mentir a la ciudadanía» y de haber actuado con «abuso de poder y autoridad» en todo lo que hace referencia a la protección de la zona de La Real. Concluido el acto Renom manifestó que «esta es nuestra respuesta pacífica a la forma en la que vino el equipo de gobierno a La Real» y puntualizó que «nosotros lo que hemos demostramos es que una romería es una fiesta» y añadió que «no pedímos dimisiones, para eso están los políticos, lo que pedímos es que se nos atienda y se nos escuche, y que no hagan el nuevo Son Dureta en La Real».