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Con motivo del comienzo del nuevo curso pastoral, el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, anima a preveres, religiosos y laicos a iniciar «con ilusión» una nueva etapa tras el paréntesis estival.

Precisamente, una de las prioridades del obispo es la «toma de contacto» con los más de 300 sacerdotes insulares, de los que ya ha visitado 221. Cuando acabe, señalaron fuentes del obispado, comenzará a mantener reuniones con las diferentes delegaciones de la Diócesis. Además, en la segunda quincena de septiembre comenzará a reunirse con los diferentes arciprestazgos de la Isla (4 en Palma y 7 en la Part Forana).

«A los religiosos y religiosas, a los cristianos laicos, a los diáconos, a todos los sacerdotes diocesanos que os sirven, mi palabra de aliento para proseguir con vuestra impagable entrega en este inicio de curso pastoral», señala en una carta que se publicará esta semana en el «Full Dominical».

Murgui añade: «Intentaré, entre otros objetivos, proseguir el trabajo básico iniciado hace unos meses, ir conociendo la realidad de la Iglesia en Mallorca, tarea necesaria y previa a la de precisar planes y servicios futuros que os debo prestar. Un curso precioso para cuidar y mejorar 'la vida ordinaria' de nuestras comunidades, por lo demás, con referentes muy interesantes y de los que iremos hablando».

De momento, Murgui no ha precisado nuevos nombramientos, ya que prefiere primero -tal y como se ha indicado antes- conocer a fondo la realidad de la Diócesis. Sin embargo, el obispo ya ha desarrollado un amplio calendario de actividades: La semana pasada presidió una misa en la basílica de Lluc, participó activamente en las fiestas de la Mare de Déu de la Salut. También realizó, el pasado viernes, la colocación de la primera piedra de la Iglesia de Can Picafort, un «ejemplo de que nuestra fe está bien enraizada». También presidió la consagración de la Iglesia de Sa Coma (Manacor).