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La Confederación de Casas Regionales de Mallorca, en su afan de integrase más en la cultura de les Illes, insta a sus afiliados a que aprendan la lengua catalana y a acercarse a la gente más necesitada. Así, más o menos, nos lo explicaba ayer Jaume Santandreu, poco antes de que 30 ó 40 miembros de esas casas se acercaran a Can Gazà, con comida, «para cenar con nosotros y, de este modo, conocernos».

Y así fue; sobre las ocho y media de la tarde llegaron, visitaron el centro de acogida, prepararon las mesas, sacaron las viandas y compartieron con los más pobres de Mallorca comida y experiencias. Pero la cosa no termina ahí, «pues el 2 de octubre -sigue Santandreu- dicha Confederación organiza en Ifebal una noche solidaria, y patrocina la tradución de uno de mis libros, 'Contes malignes', del que nos regalan 2.000 ejemplares para que los vendamos».