A las 01.20 horas de ayer, 25 kilos de goma-2 derribaron en menos de tres segundos toda la estructura de la antigua torre de control del aeropuerto de Son Sant Joan. Foto: M.A. CAÑELLAS

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En menos de tres segundos, 25 kilos de goma-2 hicieron caer la estructura, mediante una voladura controlada, de la antigua torre de control del aeropuerto de Son Sant Joan, acabando así con 44 años de historia de una infraestructura que fue construida en 1960 para absorber el «boom» turístico de estos años y que triplicó en pocas temporadas el movimiento de aeronaves y pasajeros hacia Mallorca por la gran demanda existente en los mercados turísticos europeos.

La torre, ubicada en las cercanías de la antigua terminal A, fue construida por la empresa Iberavia SA por un importe de casi un millón de las antiguas pesetas. La ampliación del aeropuerto y el espectacular crecimiento del tráfico aéreo en los años 80, así como del nuevo edificio terminal, motivó que dejara de operar en 1987, fecha en que entró en funcionamiento la nueva torre de control.

La voladura, que tuvo lugar a las 01.20 horas de ayer, fue presenciada por un centenar de personas, entre los que había trabajadores de AENA-Palma que habían desarrollado su actividad en la torre. En los terrenos que ocupaba esta instalación se habilitará una nueva plataforma de estacionamiento. El presupuesto global de las obras de acondicionamiento asciende a 772.000 euros y su plazo de ejecución es de varios meses.

Este derribo significa el inicio de la segunda fase de obras en la terminal interislas, que contintuará en 2005 con el derribo de los edificios AENA I y AENA II, para así ampliar la plataforma de estacionamiento de aeronaves y permitir que los turbohélices puedan llegar hasta las puertas de embarque de la terminal interislas.

Desde AENA-Palma indican, respecto a la evolución de la actual temporada turística, que la cifra de pasajeros en septiembre será superior a la 2003 y 2003, ya que se superarán los 2.360.000 de pasajeros. Este aumento del tráfico también ha tenido su extrapolación en los índices de ocupación hotelera de la Isla, que han tenido una media del 85% hasta finales de la pasada semana, cinco puntos más respecto a 2003.