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Asus 27 años, el ingeniero aeronáutico mallorquín Pablo Valls puede presumir de haber trabajado en empresas tan importantes del mundo como la Agencia Espacial Europea (ESA) o en Rolls-Royce, donde se encuentra actualmente. «Mi labor no tiene nada que ver con los coches, cuya marca pertenece al grupo BMW, sino que se enclava dentro del departamento de Defensa; esto es, trabajo en los motores que se fabrican para aviones militares o comerciales», explica en conversación telefónica con Ultima Hora desde su puesto de trabajo en Bristol.

Su trabajo es de lo más complicado e ininteligible para la mayoría. Por ejemplo, una de sus responsabilidades consiste en el análisis técnico de datos del sistema de monitorización del motor, especialmente de sus vibraciones y la vida consumida de los componentes críticos. Pablo lleva en esta ciudad inglesa desde octubre del pasado año.

«Estoy muy a gusto en la empresa y Bristol me gusta. Es muy animada gracias a las dos universidades, aunque en el trabajo hay sobre todo ingleses, mientras que en la Rolls-Royce de la ciudad de Derby, donde realicé el proyecto de fin de carrera, había compañeros de muchas nacionalidades. Pero, bueno, no me veo trabajando aquí todo el tiempo y me gustaría volver a España dentro de un año».

Jaime Moreda