En la foto, la nueva ejecutiva del PSM.Foto: C. VIERA

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C.VENY/M.PUIGRÒS
El oficialista Biel Vicens fue elegido ayer secretario general del PSM para los tres próximos años, gracias a un pacto con los renovadores, y que colocó al líder renovador Jaume Sansó en la presidencia del partido. El empate casi técnico entre las dos corrientes enfrentadas forzó a última hora de la tarde de ayer un acuerdo entre Vicens y Sansó con el objetivo de cerrar filas entorno al PSM. La creación de una bicefalia y la inclusión de ambos grupos en la permanente supuso el consenso esperado.

Tanto Vicens como Sansó coincidieron en manifestar que «si se hubiera producido una votación, habría generado más división». En este sentido Sansó matizó que «en este congreso no nos podíamos permitir el lujo de crear un enfrentamiento innecesario y gratuito. En algún momento del congreso se debía imponer eseny». Biel Vicens apuntó que «del congreso no ha salido ningún vencido. El único ganador ha sido el PSM y el PP ya se puede ir preparando». Ambos candidatos coincidieron también en que «la elección de un candidato con apenas el apoyo del 51 por ciento no sería correcto puesto que el candidato elegido no estaría legitimado para gobernar».

Para allanar el camino hacia el consenso, el grupo oficialista renunció y retiró su ponencia de organización, asumiendo, tras pactar algunas enmiendas, la totalidad de la propuesta organizativa del grupo renovador. La ponencia de organización se aprobó con un amplio respaldo de los militantes nacionalistas con 380 votos a favor, 8 en contra y 36 abstenciones. Así, se crearon dos nuevos cargos: el de presidente y una vicesecretaría que ostentará la oficialista Nanda Ramón. La presidencia tendrá dos funciones, la de presidir el Consell de Direcció Política y apoyar moralmente al nuevo secretario general. Asimismo le corresponde también el voto de calidad.