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J.J.SERRA/EFE
El sindicato UGT denunció ayer que «la estrategia y la infraestructura turísticas de Balears son esencialmente las mismas que hace 40 años, con el agravante de que a nuestros hoteleros no se les ve preparados para afrontar las nuevas situaciones y los cambios estructurales del sector».

En la presentación de su Document d'Anàlisi i Proposta sobre la Situació Socioeconòmica i Turística de Balears, UGT-Balears, a través de su secretario general, Lorenzo Bravo, pidió ayer al Govern que aclare las contradicciones en las que incurre cuando sus representantes se pronuncian en favor de una oferta basada en alojamientos hoteleros y, al mismo tiempo, pretende «legalizar» el turismo residencial.

Bravo cree que estas contradicciones, y las discrepancias que mantienen entre sí los empresarios turísticos de Balears sobre las soluciones que requieren los problemas económicos de la Comunitat, son algunos de los principales obstáculos para llegar a un «acuerdo estratégico» con el fin de elaborar un «diagnóstico» común de la «difícil situación» por la que atraviesa el archipiélago.

El documento, presentado por Bravo y los técnicos Rafel Miquel y Cati Morey, analiza la realidad socioeconómica de las Islas con especial atención al factor turístico. En referencia a éste último, el estudio señala que «la evolución económica del sector hotelero, caracterizada por una importante disminución de estancias e ingresos, está teniendo una incidencia negativa en la ocupación y en las condiciones de trabajo. Ello significa la conversión de contratos fijos en fijos discontinuos y el recorte de los períodos de ocupación de éstos».

UGT destaca que, en hostelería y restauración, la ocupación entre mayo y agosto ha bajado casi un 2% respecto a 2003, perdiéndose 952 puestos de trabajo.