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Uno de los actos más concurridos de la noche anterior al Dijous Bo es en los últimos años el «correfoc» que vienen realizando los «Dimonis d'Alaró». El pasado miércoles, alrededor de la medianoche, «encendieron» literalmente la Plaça Antoni Fluxà con sus artilugios pirotécnicos. En una plaza repleta en su mayoría de jóvenes que habían asistido antes al concierto de rock y estaban haciendo «botellón», los más atrevidos pasaban por debajo de las chispas que soltaban los «dimonis», que luego ampliaron su espectáculo por la calle Bisbe Llompart, en la que había espectaculares tracas.

La zona por donde discurrió el «correfoc» estaba repleta de gente; los más mayores se dirigieron después hacia sus casas, mientras que los jóvenes se desplazaron hacia una zona de «marcha» que también empezaba a estar repleta. En cualquier caso, el estruendo de los «dimonis» de Alaró se pudo escuchar por toda la ciudad, durando alrededor de media hora. El olor a pólvora quedó impregnado en las calles durante toda la noche previa al Dijous Bo. La «marcha» de esta noche, conocida ya como el «Dimecres Bo» aunque a algunos «inquers» no les guste, va ganando también en dimensión y en público año tras año.

Los principales «pubs» y bares de Inca montaron de nuevo sus barras en las calles de los alrededores del mercado cubierto, en las que se habían desplegado inmensas carpas y donde se vivió un «ambientazo» hasta bien avanzada la madrugada. Para amenizar la noche el Ajuntament organizó frente al mismo mercado cubierto la fiesta «Studio 54, años 60-70», con la actuación del D.J. Juan Campos. Las ganas de «marcha» y juerga estaban bien presentes pues hay que tener en cuenta que a diferencia de otras ferias, el hecho de que el Dijous Bo se celebre en día laborable podría restar asistencia. Lo mejor, que la noche transcurrió sin incidentes importantes mientras miles de personas se divertían a lo grande.

Luis Planas