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El gran crecimiento en el número de estudiantes de educación obligatoria, la dualización entre público y privado del sistema educativo que se ha visto acentuada por el fenómeno inmigratorio, los altos índices de fracaso escolar y una de las tasas de universitarios más bajas del país (aunque este curso ha habido cieto repunte) son los cuatro principales rasgos distintivos de la educación en Balears, según el director del primer Anuari d'Educació de les Illes Balears 2004, Martí X. March. Este Anuario es fruto de la colaboración entre la Universitat de les Illes Balears y la Fundació Guillem Cifre de Colonya, a través de un convenio con la Fundació Universitat-Empresa de les Illes Balears.

En palabras de su director «uno de los problemas de la educación en las Islas es que históricamente no ha sido un factor de prestigio; nos hemos dedicado a crecer económicamente, sin apostar por el capital humano, es decir, sin una buena inversión en educación».

El trabajo, que pretende ofrecer datos para el análisis y la toma de decisiones, fue presentado ayer, en el Casal Solleric, en un acto que estuvo presidido por el conseller d'Educació, Francesc Fiol; el presidente de Colonya y de la Fundació Guillem Cifre de Colonya, Martí Torrandell, y el propio Martí March. A la presentación asistieron, además, el concejal d'Educació del Ajuntament de Palma, Rogelio Araujo, y la vicepresidenta del Consell de Mallorca, Dolça Mulet, así como representantes de asociaciones y entidades educativas.