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Las presidentas de los consells de Mallorca y Menorca, Maria Antònia Munar y Joana Barceló, respectivamente, aceptaron ayer la propuesta del president del Govern, Jaume Matas, de ir de la mano a negociar con el Gobierno central las inversiones previstas en las Islas, tanto en materia de carreteras como en la rehabilitación de Raixa o las ayudas para la cuña verde. El president del Govern realizó esta oferta a los representantes de los consells y de los grupos parlamentarios en la ronda de contactos que ha mantenido con todas las fuerzas políticas. Ayer fue el turno del representante de Unió Mallorquina, Miquel Nadal, quien consideró que la reunión había sido «correcta». Confirmó que el president propuso a los partidos que participación en la prevista negociación con el Gobierno central para que mantenga las inversiones ya presupuestadas en Balears.

La presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, consideró positivo que los partidos y las instituciones sean capaces de llegar a acuerdos para conseguir recursos para las Islas. Añadió que Unió Mallorquina siempre ha estado a favor de que se realicen este tipo de negociaciones. «Para Mallorca, cualquier cosa que suponga inversiones y la mejora del déficit fiscal de las Islas, será positivo». La presidenta del Consell de Menorca, Joana Barceló, también apoyó la iniciativa del president del Govern de acudir a las negociaciones que se mantengan con los representantes del Gobierno central. La presidenta de la institución menorquina se mostró convencida de que el Gobierno mantendrá las inversiones previstas, aunque haya desacuerdo en los proyectos concretos.

Barceló consideró que el Govern deberá poner sobre la mesa todas las inversiones que están previstas para poder iniciar una renegociación. Insistió en su disposición a acudir «como presidenta del Consell de Menorca» a las posibles negociaciones que se abran con el Gobierno «para defender las inversiones en las Islas». La vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, alabó el talante demostrado por todos los partidos en su reunión con el president, a excepción del PSOE, a cuya representante, Francina Armengol, reprochó su postura «poco clara». Añadió que puede entender la oposición del PSOE a determinados proyectos de carreteras, pero no a las demás inversiones.